Alfonso Pinzón es una figura transversal dentro del metal colombiano. Su destacado desempeño desde distintos frentes, le ha otorgado una visión periférica de un ambiente que ofrece retos particulares y en perpetua transformación. Podríamos llenar varias ediciones de nuestra revista repasando a detalle su historia y aportes a la música extrema nacional, sin embargo tuvimos una charla en la que nos cuenta en resumen algo de su trayectoria. Para conocer mejor a Alfonso, se ha abierto La Hora del Diablo, un podcast que está dando mucho de qué hablar en una escena que necesita con urgencia espacios generadores de opinión, y del que también nos contó a continuación:
Metal Live Colombia: Gracias por acompañarnos en este nuevo número de nuestra revista, Alfonso. Para quienes te están conociendo a través de estas páginas, háblanos brevemente sobre tu carrera en la música metal.
Alfonso Pinzón: Gracias a Uds. por la invitación. Llevo tres décadas en el mundo del metal, desempeñando múltiples roles. Por encima de todo, soy baterista y fundador de las bandas AGONY y DÍA DE LOS MUERTOS. También he tocado con bandas de diversos géneros, desde el hardcore hasta el black metal. He sido productor y manager de mis bandas y he trabajado con otras bandas de distintos géneros, destacando la producción de dos discos de INQUISITION, a quienes también manejé durante cinco años.
Tuve una agencia de booking y management por más de una década, y fui el arquitecto de diversas giras latinoamericanas con bandas como CARCASS, NAPALM DEATH, MORBID ANGEL, SUFFOCATION, SUICIDAL TENDENCIES, OVERKILL, entre muchas otras. Estuve al frente de la división americana de una corporación japonesa de instrumentos musicales durante 13 años (Fernandes Guitars/Hiwatt Amplification). Creé el FESTIVAL DEL DIABLO en Colombia y ahora acabo de lanzar LA HORA DEL DIABLO, el podcast oficial del festival. ¡Como verás, he hecho de todo un poco, jaja!
MLC: ¿Recuerdas cómo fue ese primer contacto con este tipo de música y cómo llegó a convertirse en algo tan integral en tu vida?
AP: He sido melómano desde que tengo memoria. Desde niño amé la música en todas sus formas, pero no fue hasta que tuve 12 años que una compañera del colegio me mostró Kill ’Em All de METALLICA, recién salido, y me cambió la vida. De ahí en adelante abandoné completamente la radio comercial y me sumergí en el metal, enfocándome inicialmente en el thrash. Soy un thrasher de corazón, y siempre lo seré. Unos años después salió el video de “One” de METALLICA, y cuando vi a Lars Ulrich tocando en esa bodega, supe que no quería dedicarme a nada más en la vida que a tocar la batería.
MLC: Hablemos sobre el Festival del Diablo, una marca que con sólo tres ediciones se incrustó de manera muy fuerte en la recordación del público. ¿Existe realmente la posibilidad de una resurrección del bajísimo y su festival?
AP: Si, la posibilidad existe. Pero hay muchos factores que entran en juego: la viabilidad comercial, la fuerte competencia dentro de un mercado inestable y cambiante que hace que hacer un festival de metal en Colombia sea una apuesta altamente riesgosa a nivel financiero. A los inversionistas hay que darles garantías, y estamos en ello. Soy consciente que la gente está impaciente por otro festival, y que el festival fue extremadamente exitoso en sus ediciones pasadas y merece renacer, pero es importante entender que es una empresa arriesgada en donde hay mucho en juego, y que en Colombia las marcas son muy renuentes a apoyar esta forma de arte. Sin patrocinio desplegar una operación del tamaño del Festival del Diablo requiere un análisis y una preparación muy seria.
MLC: Cuéntanos ¿cómo surgió la idea de incursionar en los podcast con “La Hora del Diablo”?
AP: La idea de hacer un podcast de metal ligado al festival la tenía en mente prácticamente desde que empezamos con el mismo, pero nunca le había encontrado el momento adecuado. Tampoco estaba aún muy difundido el formato entre los fans del metal, para muchos esta es su primera incursión. El festival paró, vino la angustia de la pandemia y bueno, creo que este es el momento adecuado. Ahora tenemos a la gente enfocada. Creo que no existe un espacio periodístico en el metal colombiano donde exista el tiempo y la reflexión para el análisis. Lo que estamos proponiendo no es un podcast de entrevistas, es una conversación personal con personajes fundamentales que vienen a revelar muchas cosas que jamás contarían en otro lado, no porque los periodistas no hagan bien su trabajo, sino porque el formato de podcast presencial a altas horas de la madrugada se presta para una intimidad y una reflexión únicas. Es nuestro aporte a la transmisión de conocimiento hacia las nuevas generaciones que tanta falta nos hace.
MLC: Hemos visto una respuesta muy favorable hacia el podcast, así como algunas polémicas que se trasladaron a las redes sociales. ¿Cómo percibes la recepción de la gente hasta el momento?
AP: La respuesta ha sido magnífica. El metalero colombiano se ha volcado a escucharnos y, por supuesto, a comentarnos. El primer episodio fue muy bien recibido y sin polémica, pues es un episodio emocional basado en anécdotas personales y el amor que sentimos por esta música. Sin embargo, el segundo, “Olla de Grillos: ¿Por qué la escena del metal es tan tóxica?”, ha levantado ampolla, ya que cuenta con invitadas que denuncian acoso, matoneo y los retos de abrirse camino como mujeres artistas en el metal. Comprendemos que son temas polémicos que no pueden agradar a todo el mundo, pero forman parte de nuestra comunidad; son secretos a voces y conversaciones incómodas que también vale la pena tener para ser cada vez más fuertes como escena. Son 9 episodios en la primera temporada muy diferentes entre sí. Estoy seguro que vamos a ofrecer algo valioso para todo el mundo.
MLC: ¿Te encuentras actualmente trabajando o planeando algo a nivel musical sentado de nuevo a la batería?
AP: Sí. Llevo ya unos buenos años apartado del ruedo, pero últimamente me ha entrado una urgencia por volver. Estoy trabajando en una idea concreta, la cual aún no puedo compartir, pero espero el año que viene volver a azotar los tarros con furia, como de costumbre.
MLC: Has hecho parte de esta escena desde diferentes flancos, como músico, manager, productor, promotor, etc ¿Hay algún rol que disfrutes especialmente si tuvieras que elegir?
AP: Ser baterista. No hay nada como crear música, producirla y luego poder tocarla en vivo. Los momentos más felices de mi vida los he tenido alrededor de esta actividad que amo con pasión.
MLC: En esta era de cambios vertiginosos ¿crees que hay un recambio generacional para el metal?¿qué aconsejarías a los más jóvenes que empiezan a interesarse en el género sea desde la creación musical, la producción o la comunicación?
AP: Me preocupa mucho que no veo un relevo generacional a nivel mundial. Y me refiero a un relevo de grandes bandas. Sí, hay muchos jóvenes que asisten a festivales, hay miles de bandas nuevas, pero ¿cuál es el nuevo Metallica? ¿El nuevo Pantera? ¿El nuevo Sepultura? Estas bandas eran cabeza de cartel hace 30 años cuando estaban en sus 20, y lo siguen siendo ahora en sus 60, sin reemplazo. Gojira es la banda “nueva”, con más de 30 años de carrera encima, e integrantes que ya están en sus 50. Es un tema para un debate largo.
Por otra parte, le recomendaría a los jóvenes ser totalmente originales, salirse del molde. El mundo no necesita otro clon más de tu banda favorita; lo que necesita es arte fresco y renovado que conecte con una nueva generación del metal.
MLC: Gracias de nuevo por aceptar este espacio ¿quieres dejar un mensaje final para los lectores de Metal Live Colombia?
AP: Gracias de nuevo por acogerme en este espacio. A los lectores quiero decirles que el trabajo serio, constante y juicioso de Metal Live Colombia es lo que construye y mantiene una escena. Quiero invitarlos a todos a que apoyen estos espacios y a que no se detengan ante nada para emprender y fundar sus propios proyectos creativos dentro del metal. Entre todos hacemos escena. Gracias por leerme y los espero en LA HORA DEL DIABLO!