Desde el origen de su nombre, uniendo las raíces de Sarcofago y Kreator, Sarcator nunca ocultó su deuda con los pioneros del blackened thrash. Con su álbum debut homónimo en 2020, el joven cuarteto sueco mostró un potencial infernal, combinando la crueldad de la vieja escuela con la agresión de la nueva. Ahora, con el lanzamiento de Swarming Angels & Flies, la banda consolida su lugar como una fuerza inquebrantable dentro del metal extremo.
Este tercer disco recoge la ferocidad de su debut y la experimentación progresiva de Alkahest (2022), creando una amalgama perfecta entre lo clásico y lo moderno. Desde los primeros acordes de «Burning Choir», Sarcator deja claro que esta es su obra más intensa y visceral hasta la fecha. Con raíces profundamente ancladas en el death metal de la vieja escuela y una destreza compositiva comparable a los mejores momentos de los Big Four, el álbum es una explosión de militancia death/thrash que combina brutalidad y belleza.
Mateo Tervonen, con su voz cruda y llena de abandono psicótico, lidera el caos en temas como «Comet of End Times» y «The Deep Ends». Las melodías clásicas se entrelazan con una hostilidad desenfrenada, mientras riffs mórbidos y arreglos intrincados revelan una madurez sorprendente para una banda tan joven.
Sin embargo, no todo es pura violencia. Canciones como «Where the Void Begins» y «Closure» muestran el lado más experimental y melódico de Sarcator. Aquí, el black-thrash se mezcla con tintes progresivos, post-punk inquietante y hasta destellos de folk metal. Estos desvíos creativos no solo enriquecen la experiencia auditiva, sino que también subrayan la evolución de la banda hacia un sonido más sofisticado.
El cierre con «Unto Sepulchres» es un tributo a Slayer con el toque único de Sarcator: riffs ennegrecidos y una energía desbordante que encapsula la esencia del blackened thrash moderno.
En Swarming Angels & Flies, Sarcator demuestra ser más que una promesa: es una realidad abrasadora que desafía las expectativas y lleva el metal extremo a nuevas alturas. En pleno enero, este álbum es la dosis perfecta de oscuridad y furia para alimentar el espíritu metalero.