viernes , abril 19 2024

GOJIRA – PASOS DE GIGANTE

GOJIRA – PASOS DE GIGANTE
Por: Fabián Esteban Beltrán

A este punto en que son pocas las bandas que aun nos faltan por tachar de la lista de pendientes y con una agenda atiborrada de shows para todos los gustos programados a lo largo de lo que resta de 2022, la visita de Gojira ha despertado una ola de entusiasmo difícil de equiparar, más si tenemos en cuenta que muchos de los conciertos hoy en día tienen en la nostalgia a su arma de mercadeo más poderosa, con audiencias que ya no se molestan demasiado en sorprenderse.

A pesar de más de 20 años de un ascenso sin pausa, la formación francesa liderada por los hermanos Joe y Mario Duplantier todavía es percibida como una «banda nueva», que sin embargo ha sabido cosechar seguidores de todas las edades y corrientes, convirtiendo paulatinamente a Gojira en uno de los pocos candidatos serios para recibir la antorcha de gigantes como Metallica o Iron Maiden.

Lo anterior obedece a una serie de factores que la formación originaria de Ondres, Francia, leyeron y aprovecharon a la perfección. Por un lado, han hecho la tarea desde abajo, iniciando su carrera bajo el nombre de Godzilla -cambiado a tiempo por razones legales- durante la segunda mitad de los años noventa, una era decisiva en los cambios de tendencias musicales. Cuatro demos les sirvieron para granjearse una reputación local que se fue expandiendo a lo regional y les condujeron a una profunda comprensión de las dinámicas de difusión y las giras bajo el lema «hazlo tú mismo», construyendo sus propios espacios de ensayo y grabación, al tiempo que aprendían el enrevesado oficio extramusical que implica el manejo de una banda.

Es así que ya bajo el nombre que los ha hecho grandes empezaron su discografía con «Terra Incognita» en 2001. Con el nuevo milenio abrieron la ventana para que los aires del metal progresivo, un ingrediente primordial a lo largo de su catálogo, entrara a refrescar sus inicios afincados en formas más tradicionales de death y thrash metal. Como una extensión de esta búsqueda editaron «The Link». Cimentando la reputación de una banda demoledora en vivo, su ascenso iba a la par con el auge de los festivales europeos de metal, especialmente Hellfest (llamado FuryFest en sus primeras ediciones) en su natal Francia, cuya parrilla tuvo siempre una mayor simpatía por bandas de hardcore y groove en comparación con sus pares como Wacken en Alemania y Graspop en Bélgica.

Los ojos del mundo empezaron a mirar a Gojira tras el éxito de «From Mars to Sirius» (2005), redondo con el que consiguieron amplia difusión en Norteamérica y abrió la puerta para empezar a girar con frecuencia allí, capitalizando la conquista de territorios resbaladizos para las bandas europeas, y especialmente francesas, si las comparamos con conjuntos ingleses, alemanes o escandinavos. La exacerbada sensibilidad medioambiental de esta generación encuentra sintonía en la música de Gojira, un mensaje urgente que rebasa el carácter amoral del metal tradicional y que los franceses han convertido sin pausa en su bandera lírica, que se entrelaza con temas como la trascendencia del alma, asuntos que recurren en su tremendo «The Way of All Flesh» (2008).

Es común que el crecimiento de una banda la haga lenta, en una especie de «síndrome del dinosaurio», pero este monstruo le ha hecho el quite a la zona de comfort, por un lado lanzando material cada vez más convincente, al tiempo que afilan sus capacidades destructivas en directo que los ha hecho merecedores de reconocimientos como la mejor banda en vivo otorgado por los Premios Golden Gods de Metal Hammer en 2013, un trofeo avalado por cada persona que haya tenido oportunidad de verles en vivo; y el record al show más ruidoso realizado en el Stade de France junto a Metallica.

«L’Enfant Sauvage» marcó el inicio de su camino con Roadrunner Records y se enmarca en una especie de consenso respecto a la importancia del álbum como el pináculo de su creatividad y un tránsito del sonido en búsqueda de nuevos públicos. Ambicioso, épico y melódico a un tiempo, el disco catapultó definitivamente a Gojira como banda de arenas (incluso estadios), alabados por la crítica especializada e idolatrados por un público compuesto tanto por nuevas caras interesadas en un género sin un recambio claro, y reconocidos incluso por sectores mucho más ortodoxos dentro de la música pesada. En los últimos años muchos se han perfilado en la búsqueda de esa posición. Bandas como Trivium (para quienes Gojira abría en otros momentos) o Avenged Sevenfold han buscado ser los «nuevos Metallica» para terminar desinflados en el entusiasmo del público.

Caso contrario, la banda de los hermanos Duplantier, cuya nómina completan el guitarrista Christian Andreu y Jean-Michel Labadie al bajo, se afianzan en cada movimiento. La solidez en la formación de Gojira, sin cambios desde el inicio, ha sido un punto más a favor dados los cientos de ejemplos de como la salida de un integrante puede convertirse en un reto mayor, permitiéndoles moverse con solvencia en la hoja de ruta que han marcado hacia la cima del olimpo del metal.

De esa madurez como conjunto viene «Magma» (2016), tal vez su trabajo más divisivo a causa de una simplificación de su estilo, sin renunciar a lo que ya se considera su sonido «marca registrada», recibió nuevos adeptos a sus huestes, alabado públicamente por los mismos Metallica quienes lo consideraron «una gran obra de arte» en palabras de Kirk Hammett.

Pero como hemos tratado de establecer en estas líneas, la ambición ha sido un motor crucial en la historia de Gojira. De esto habla musicalmente su nuevo álbum «Fortitude» (2021), en el que regresan al campo de lo propositivo y la complejidad en la composición contrastada con aspectos tribales que sin pena atribuyen a la influencia de Sepultura en sus años tempranos. La irreprochable calidad del álbum les ha servido de nuevo para poner el foco sobre asuntos ecológicos trascendentales, convirtiendo al primer sencillo, «Amazonia», en una manera de recolectar fondos para la ONG «Brazilian Indigenous Rights», corte que además les valió la nominación al premio Grammy en la categoría de mejor interpretación metal.

Con una visita previa a tierras latinas que no incluyó a Colombia, finalmente nuestro país se prepara para saldar esa deuda al recibir a Gojira el 4 de septiembre gracias a los oficios de Move Concerts. El espectáculo pactado para el Movistar Arena promete convertirse en una inolvidable experiencia de música pensada en vivo, la amplificación del mensaje de ayuda al medio ambiente, y una fiesta metalera que lejos de ejercicios nostálgicos, presenta a una banda en el mejor momento de su historia. Gojira, como la criatura a la que deben su nombre, da pasos de gigante sin que den pista alguna de querer aflojar el paso. Son tiempos de cambio y Gojira han sido ungidos como la banda llamada a liderarlos.

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