METAL EN BOGOTÁ, ESCENARIO DE CONVIVENCIA Y PAZ METAL DE LAS MONTAÑAS 2017
Por: ALEXIS CAÑON
Pocas veces se vive una reunión musical de este tamaño en la capital de Colombia, el festival Metal de las Montañas nos ofrece un espectáculo que año tras año supera los festivales anteriores, no solo por la calidad musical de las bandas que aquí se presentan si no por su riqueza en géneros musicales del rock y esta versión número 16 no fue la excepción.
Bandas como URSUS y HEREJIA nos dieron esa descarga ya bien conocida de thrash metal bogotano, potente y contundente, literalmente el público enloqueció, los muy sabrosos pogos y los muros de la muerte no se hicieron esperar ante la grandeza musical de estas dos bandas.
PARAMOS, BRAINWASH MACHINE Y G2E, también aportaron una contundente descarga de metal y grindcore, trayendo a cada segundo más y más público, lo que aseguró que hubiera lleno total al cierre de los dos días de concierto.
UNAUTHORIZED, SINESTRATO, FORENSE, PANSPERMIA, nos enseñaron que en el metal emergente se cuenta con gran profesionalismo, riqueza musical y entrega al público, sus puestas en escena, su manejo del público y en general la amabilidad y grandes personas que son. Todos los músicos de las bandas que se presentaron, dejaron sin palabras y con deseos de volver a encontrárselas y volverlos a escuchar. Grandes personas como músicos nos acompañaron en estos dos días de buen rock al sur de Bogotá.
NOCTURNA, SANCTUARIUM, nos dieron esa muestra de que justamente la riqueza musical traspasa barreras específicas de géneros comunes en la escena del rock. El respeto por la vida, el respeto por las ideologías religiosas o políticas de los demás y el respeto por nuestros ancestros, se vio reflejado en la grandeza musical de YNUK, muy ovacionada, banda que nos dejó mensajes muy profundos tanto musicales como liricos.
MORTALEM, que ya cuentan con un buen recorrido, nos dieron una muestra muy poderosa de metal bien hecho, cargado, emocionaron al público no con tradición sino con calidad y fuerza musical.
CYBERIA ORGANICA fue una de las sorpresas del evento, saliéndose del contexto puramente thrash metalero o del grindcore, sorprendieron a los asistentes con ese sonido puro y aplastante del género industrial, banda que, pese al género, canta en español, denota un trabajo serio, constante, con un objetivo musical: mostrar la diversidad musical que esta escena ofrece. Sin lugar a dudas esta banda puso el factor diferenciador en el evento.
Para terminar, la otra gran sorpresa fue la invitación a una banda llamada POSTGUERRA, traídos de Medellín, esta banda ciertamente poco conocida acá en Bogotá, sorprendió por la calidad y entrega en su puesta en escena, thrash metal a la antigua, puro, limpio, potente, muy aplaudidos estos señores de Medellín nos dejaron ese legado musical y la magia de cómo se hace metal del mejor y a la antigua.
El comportamiento del público en general fue excelente, la escena en esta versión nos mostró muchas caras jóvenes, muchos chicos que viven y sienten el rock desde tempranas edades, pudiendo observar, familias completas como asistentes del evento, madres con sus chiquillos pequeños disfrutando, compartiendo, viviendo el rock, adultos mayores, víctimas de la violencia, los medios de prensa, las carpas de venta de artículos de rock, todos en general disfrutamos de dos geniales días de buen rock, en hermandad, integrándonos, conociéndonos y teniéndonos en cuenta como la gran familia que somos.
Movimiento Rock se ha esforzado por darnos un mensaje; mostrarle al mundo cómo se trabaja de la mano con las víctimas del conflicto armado en Colombia, con personas de bajos recursos en la localidad de Ciudad Bolívar, los gestos de entregar mercados, las visitas a las zonas de mayor vulnerabilidad, la inclusión de estas personas de bajos recursos, el mostrar que no deben ser personas olvidadas, al contrario, muy tenidas en cuenta, empalmándolos en el marco del festival musical, enseñarnos a nosotros mismos que el rock, como arte y cultura puede y debe mirar hacia nuestros hermanos musicales, nuestras familias y las personas en condición de riesgo, es una necesidad social, el amor y la unión han definido por años el desarrollo de este festival que destina espacios e incluye problemáticas sociales, autónomamente y por compromiso social.
Esto, en definitiva ha hecho de este festival, uno de los mejores de los que se realiza en la capital.