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Dueños de un infeccioso sonido que se extiende por América Latina y el resto del mundo, el grito resonante de Maskhera se levanta con fuerza, posicionando a la formación de thrash groove metal como una de las más trascendentes propuestas en Sudamérica; desde su nacimiento en 2009 en Venezuela, una conquista con epicentro actual en Colombia, a donde llegaron como parte de la diáspora ocasionada por problemas sociales y políticos a los que denuncian desde sus letras en un enfoque personal que les ha permitido construir un puente sólido con audiencias en ascenso.
Dos entregas en larga duración componen el catálogo de Maskhera: «Caracas» de 2012 y «Nemesis» (2015), una colección que se completa con el directo «Caracas Sobrevive» y un trabajo que recoge algunas de sus principales influencias bajo el nombre de «Maskhovers» en el que adaptan a su sello canciones de bandas como Anthrax, Sepultura, Metallica y Judas Priest, en cuya relectura del clásico «Breaking the Law» cuentan al micrófono con Peter «Peavey» Wagner, líder de los legendarios alemanes Rage. Su estilo, en el que convergen lo cadencioso del groove, la agresividad del thrash y melodías vocales que se quedan en la cabeza, les ha abierto la oportunidad de alternar junto a bandas como Testament en su natal Venezuela, Doyle, guitarrista de los legendarios Misfits en su paso por Colombia, además de apariciones en festivales de renombre en ambos países y más recientemente una celebrada incursión en vivo en Buenos Aires, Argentina, como parte de un productivo año 2022.
Precisamente el año pasado vio también la publicación de una nueva versión de «Hasta Siempre», perteneciente a su primera placa, con el vocalista de Candy 66, Jean de Oliveira como invitado y oficiando como arreglista y encargado del trabajo de producción. El sencillo se acompaña de un video con locaciones en la represa del Neusa, Colombia, y la ciudad de Porto, Portugal, y según el cantante, guitarrista y director de la pieza visual, Walter Gangi, se erige en un homenaje a su padre y a todos los seres queridos que han dejado de estar con nosotros en este plano». La pieza visual ya cuenta con más de 25.000 reproducciones en YouTube.
Las históricas circunstancias políticas sobre las que los países latinoamericanos han construido su historia se encuentran con historias profundamente personales y de allí se nutre líricamente Maskhera, que se define como una banda de escenarios: la sustancial conexión con su público, y el arraigo que construyen con la audiencia en cada show, se convierten en su arma más efectiva, haciendo borrosas las fronteras entre países cuyas similitudes rebasan por mucho a sus diferencias.
Con esta visión clara, Maskhera proyecta un 2023 y años venideros como cruciales en su consolidación.
