viernes , marzo 29 2024

SAMAEL – Ceremony of Opposites ¿black o death metal?

CeremonyofOppositesPor: Daniel Melendez
El negro es la suma de todos los colores, o la ausencia de todo color. Pero lo oscuro es la ausencia de la luz.
Nombres como HELLHAMMER / CELTIC FROST y SAMAEL han marcado la historia del llamado Metal Extremo, esa ambigua definición de especies y estilos del Metal que no son muy apetecidos por el mainstream, y a los que tampoco les interesa ser parte del mismo. Mientras HELLHAMMER abrió las puertas para el posterior desarrollo del black metal escandinavo y CELTIC FROST algunas pistas sobre futuro híbridos, SAMAEL se encargó de romper esquemas desde sus mismos inicios.
Formados en abril de 1987 por los hermanos Vorphalack (guitarra/voz) y Xytraguptor (batería), la música de SAMAEL ha sido difícil de catalogar. Aunque la similitud a sus compatriotas HELLHAMMER/CELTIC FROST, se vislumbraba en sus demos Into the Infernal Storm of Evil (1987) y Macabre Operetta (1988) y el 7” EP Medieval Prophecies (1989), quedando manifiesta en su magistral Worship Him.
Lejos de la tradición black/thrash de sus vecinos teutones Sodom, la propuesta de Samael tampoco tenía qué envidiarles; con una decidida atmósfera mucho más densa y ocultista, en una época en la que casi nadie hacía tal cosa, con letras que eran ‘una plegaria a la gloria del señor del lado oscuro’, magia negra y prácticas ocultistas.

Odas a la gloria del trono de Bafomet

Samaellive
Si bien la banda se identificaba inicialmente como “Morbid/Death Metal”, pero buscó rápidamente una identidad sonora propia, diferenciándose así de la cantidad de agrupaciones emergentes de esos años. Y este proceso de búsqueda de identidad, insinuado con la producción menos cruda, mayor tecnicismo musical y los teclados y las guitarras acústicas de su segundo álbum Blood Ritual (1992), quedó patente en el salto de estilo del controversial Ceremony of Opposites (1994).
Los bordes del cáliz se habían rebosado en el ritual de sangre anterior, y buscando un nombre para su tercer álbum (el segundo con Century Media y el segundo con su productor de cabecera Waldemar Sorychta), el ahora cuarteto optó por la ceremonia de opuestos, en tanto veían al mundo no como un enfrentamiento constante de fuerzas antagonistas; antes bien, todo lo que hay en el mundo puede mirarse de dos maneras siempre opuestas, pero complementarias.
Las letras del Ceremony of Opposites conservaban una línea tal vez más profana y blasfema que el material anterior de la banda, pero las temáticas incluían asuntos relacionados con espiritualidad y autoconocimiento (que igual ambos conceptos se manejan dentro del ocultismo y las artes negras), pero la música de este álbum estuvo a cargo de Xytraguptor, ya conocido como Xytras. Y ese tinte a la vez sombrío y solemne reunía todas las influencias musicales de la agrupación en un solo disco.
Especies, estilos y estéticas musicales
Samael
El borde rojo que enmarca la carátula de una figura semejante al Cristo, sin ojos y con una corona de clavos en lugar de espinas penetrándole el cráneo, devela una producción mucho más cuidada, canciones más rápidas, pegajosas y memorables, un cuarto integrante manejando teclados y samplers, y una atmósfera que se alejaba del sonido cavernario y primitivista del siseante y serpentino debut para llenar el espacio con el sonido menos arcaico, pero mucho más demente y majestuoso de orquestaciones embrujantes que alteró a algunos de sus antiguos seguidores, pero que les granjeó la adherencia de nuevos adeptos.
Un álbum potente, rígido y desafiante, con un equilibrio entre la crudeza y la musicalidad, que desarrolló nuevas tonalidades para el black metal, con refinados riffs esparcidos en una estructura musical poderosamente diseñada, la variedad de elementos musicales y estilísticos reunidos y conjugados en Ceremony of Opposites, lo hace tan difícil de catalogar en una especie o estilo específico del Metal.
¿Qué identifica como death metal o black metal canciones como «Crown», «Son Of Earth», «Black Trip», «Flagellation», «‘Till We Meet Again», «Mask Of The Red Death», o «Baphomet’s Throne»? Nada. Siempre irán demasiado lentas, pausadas, agobiantes, rítmicas y obsesivas para ser consideradas ‘death’ o black. Claro, algunos dirán que la carátula y las letras (y algunas similitudes con su material anterior) les identifican dentro del black metal (porque no todo tiene que sonar como el escandinavo), mientras que el estilo vocal y unos cuantos riffs específicos, les puede identificar como death metal, pero ninguna de las dos etiquetas les describe del todo. Y por este motivo, Ceremony of Opposites fue, desde un principio, un álbum controversial.
Quienes lo ubican como ‘black metal’ indican las letras, la carátula, y quienes le niegan lo ‘black’ probablemente se debe a que no suena lo-fi ni suena al black metal escandinavo. Quienes les nieguen el apelativo ‘death metal’ dirán que no hay rapidez, ni guturales, ignorando los riffs en canciones como “To Our Martyrs”. Y qué hay de black metal en canciones como ‘Crown’
Sin embargo, la búsqueda de sonidos propios no fue exclusiva de SAMAEL.
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Durante la primera mitad de la década de 1990, las diferentes especies de lo que hoy día se conoce como Metal Extremol (thrash, death, black, doom) alcanzaban sus propios límites, enfrentándose a dos caminos: la ortodoxia de formas y repetición de fórmulas, cuya conclusión natural terminaría en estancamiento, o sobrepasar los límites trazados por ellos mismos. Pero una expresión musical que, por definición, siempre buscará romper fronteras, comienza a ramificarse Se combinan especies, estilos y estéticas diferentes del Metal, y de híbridos como el gótico y el industrial, creando un tipo específico de metal oscuro / atmosférico imposible de encasillar en alguna de las especies preexistentes. Esta variedad de combinaciones dio lugar a diferencias y distinciones de estilo y estética sonora adelantada por bandas poco convencionales.
SAMAEL,y álbumes como el “Ceremony…” y el “Passage”, pertenecen a esa cepa de bandas poco convencionales de las que hablamos, como los suecos Tiamat y Ancient Wisdom, los franceses Misanthrope, los alemanes Bethlehem, o los griegos Septic Flesh, que hacia 1994 se dieron a la tarea de iniciar una propuesta musical que, al parecer, no está del todo desarrollada. Álbumes como “Wildhoney”, “Triarchy of the Lost Lovers”, “Variations on Inductive Theories” y “Mystic Places of Dawn” cruzaron límites y rompieron esquemas y paradigmas, llevando a la invención de sub-sub-sub géneros cuyos nombres lo único que indican son diferencias de estilo (”black/doom, industrial melodic black, doomy industrial gothic), pero que el álbum debut de Bethlehem brindaría una etiqueta bastante apropiada: “Dark Metal”
Mientras la mezcla de estilos conocida como “blackened death metal” explora el terreno intermedio entre lo más rápido y brutal de ambos, el dark metal explora los terrenos más atmosféricos de los mismos. Y si bien ‘dark metal’ no es una etiqueta que describa a un género, ni en el marketing ni en la diferencia de especie, estética o estilo, indudablemente la propuesta musical de estas bandas en general, y de SAMAEL en particular, supo combinar la ausencia de luz más que la ausencia de color. Metafórica y literalmente.

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